Huelga: Reacción en cadena.

Qué días…

En poco tiempo hemos experimentado tantas sensaciones, tan básicas…tan innatas… Hemos visto como nuestra sociedad, esa gran urbe imparable y blindada, se ha visto resentida en cadena.

Una pequeña gran espiral nos une, a todos, y en este caso, unos de nosotros, humanos, han empleado la huelga para hacer ver al resto de la sociedad que ellos también están jodidos.

No son los únicos, se oía en los corrillos…cierto.

En estos días hemos actuado de manera anómala, extraña, dejando fluir el instinto de conservación en su vertiente mas consumista. He de confesar, que en mi caso personal, traté de resistirme a esa vorágine.

Salí a hacer la compra normal de la semana….con el fin de no llevar mas de lo habitual..y comencé a ver esos estantes vacíos, no aceite, no pasta, no tomate frito, no yogures, no carne, no verdura…veía como los demás humanos compradores iban de un lado para otro con carros repletos de cosas innecesarias para una semana, o para un mes. Y veía como alguien iba a coger un cartón de leche y no lo encontraba porque el humano anterior llevaba los últimos 30 cartones, para abastecerse el mes, claro…sin tener en cuenta que este tardío humano no tendría para desayunar mañana…

Al llegar a pagar mi compra, casi inconscientemente, hallé paquetes de arroz, espaguetis, galletas, leche, agua….mas de lo habitual.

Inconsciente o conscientemente esa desesperación colectiva nos ha llevado a finalizar esta huelga con las despensas saturadas, con los supermercados vacíos, y con miedo al ver como los víveres, en dos días, faltaban en el comercio. No vemos que si hubiéramos actuado con normalidad a día de hoy, quizás, todos tendríamos para comer el día a día, y los estantes de los mercados no tendrían ese aspecto tan sumamente desolador…

Cierto es que el“nunca se sabe”, “y si...”, ”por si acaso”…ya, si es comprensible, sobre todo cuando los medios de comunicación se encargan de atemorizar y alarmar a estos seres humanos, tan vulnerables, tan sensibles a la alarma…sobre todo si en tu cabeza entra la posibilidad de no tener para comer mañana.

Calma, al menos por esta vez, algunos mañana tenemos para comer caliente…y ya no tenemos por qué movernos.