A veces pasa, que aunque queramos soñar, no podemos;
o si queremos amar, no sentimos;
o si intentamos volar, no levantamos ni un pié del suelo.
Pero también pasa, a veces, que sin querer, sentimos;
y, sin querer, amamos,
sin querer, nos sentimos volar;
y es que a veces
sin querer,
queremos.
3 comentarios:
Ya se sabe que los sentimientos tienen voluntad propia y cuando deciden tomar un camino, no hay nada que los pare...
De acuerdo que los sentimientos tienen voluntad propia (igual que mi paraguas asesino) pero no estaría mal que de vez en cuando se dejasen manejar
manejar sentimientos es un arte, q creo q se comieza a aprender cuando las demas facultades psiquicas empiezan a decrecer....asique....virgencita, q me quede como toy, no?
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