Aísla tu mente de barreras existenciales, límites o impedimentos. Vas a emplear solamente tu imaginación y el mundo que conlleva.
Plántate de pié en cualquier lugar y elimina absoluta y totalmente todo lo que te rodea, ahora también elimina el color del suelo que pisas, estás en una superficie blanca.
Ahora sal de ti y mírate de lejos, ¿distingues tus manos?, pues mas lejos; ahora solo eres un punto en una superficie blanca que se expande a tu alrededor infinitamente. Ese punto eres tú y ahora saltas y vas a caer en un diminuto agujero que olvidaste eliminar y caes… caes a la velocidad que cae el aire ¿Qué ves?, que no caes, porque te mantienes firme de nuevo en esa superficie.
Da dos vueltas sobre ti mismo y vuelve a situarte en el mismo lugar. ¿Hay gravedad en ese sitio?, pues salta para comprobarlo, pero subes en lugar de volver a caer, subes y subes, aunque no debería ser así, ye que en principio, si eliminaste todo no habría nada encima de ti, ni aire.
Eres un punto, minúsculo e ingente, pesado y leve, preso de tu imaginación atada a una realidad que no elegiste, libre de cadenas reales e imaginarias.
Eres un punto, decide ahora que harás con tu mundo. Un punto es todo y nada, varios puntos pueden ser lo que deseen.
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